Pérdidas económicas anuales de cuatro millones de euros y desplazamiento forzado de 5.000 residentes
Canarias se enfrenta a una transformación drástica en menos de 80 años, con más de 5.000 personas obligadas a abandonar sus hogares debido a los efectos previstos del cambio climático en las islas.
Un reciente informe revela que existen 47 puntos de alto riesgo en el archipiélago, donde las familias deberán ser reubicadas en barrios interiores debido a las amenazas de inundaciones y erosión costera para el año 2100.
Este análisis, dirigido por la empresa Cartográfica de Canarias S.A. (Grafcan), pone de manifiesto la crítica situación que enfrenta la región.
La amenaza climática se cierne sobre la «eterna primavera» de Canarias, impactando áreas críticas como La Graciosa, Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro.
Entre los lugares en peligro se encuentran el Parque Natural de las Dunas de Corralejo, Garachico, Maspalomas, Caleta de Sebo y la playa de Famara.
En total, se estima que al menos 140 kilómetros de litoral están en grave riesgo de inundaciones, afectando a la población, hábitats naturales, infraestructuras y el sector turístico, crucial para la economía de Canarias.
La vulnerabilidad de Canarias ante el cambio climático se ve agravada por:
Su pequeño tamaño: fragmentación geográfica y limitados recursos.
La densidad demográfica más alta de la región macaronésica
La dependencia del turismo masivo aumentan la vulnerabilidad de la región.
Dependencia del turimso
El informe destaca la necesidad de diversificar la economía para reducir la dependencia y vulnerabilidad frente a perturbaciones ambientales, económicas y políticas.
El modelo turístico de masas, clave en la economía canaria, contribuye al dilema.
Mientras la actividad turística coloca a la región en riesgo frente al calentamiento global, las consecuencias del cambio climático amenazan directamente al sector.
Con la desaparición proyectada de 148 playas para 2050 y el 45,2% de pérdida de estas superficies para 2100, las pérdidas económicas se estiman en 4.250.910 euros anuales, según el estudio.
El aumento del nivel del mar
El aumento del nivel del mar también impactará en los ecosistemas marinos, obligando a algunas especies a emigrar hacia el interior de las islas, pero enfrentándose a obstáculos como la presencia de cemento y hormigón.
Además, la construcción de infraestructuras y proyectos como el puerto en Fonsalía amenazan especies en peligro de extinción.
El patrimonio histórico-cultural de las Islas también está en riesgo, con emblemas como el Faro de Maspalomas, el barrio de Vegueta, el Teatro Pérez Galdós y otros en una situación de «vulnerabilidad alta».
Ante estos desafíos, los expertos insisten en la necesidad de medidas urgentes y coordinadas, incluyendo sistemas de alerta temprana y adaptaciones para evitar tragedias. El llamado a la aprobación de la Ley Canaria de Cambio Climático, destinando el 2% del PIB a la lucha contra sus impactos, es esencial para mitigar las pérdidas y proteger el futuro de Canarias.